Una entrevista de Gabriel Rimachi Sialer
Carlos Franco se dedicó a las comunicaciones y la fotografía antes de que el destino lo llevara a recorrer el mundo como parte de la tripulación un buque mercante. En ese destino marcado por la emoción de zarpar de un puerto halló también las posibilidades que le ofrecía la soledad. Descubrió la escritura y decidió aterrizar en el papel aquellas historias que durante sus años de juventud daban vueltas en su cabeza. Contra lo que el lector pueda esperar de un marino que enfrenta tormentas, rutas peligrosas con piratas de verdad o la acción que sólo se ve las películas de Hollywood, Franco apostó por escribir una historia de amor. Y el resultado es una novela breve pero intensa, cuyos giros de tuerca mantienen al lector pegado a la historia, porque, como bien señala su autor: es la vida misma.
Cuando hablamos de hombres de mar, inmediatamente aparece la imagen del tipo rudo, recio, un estereotipo alimentado por el cine o las historietas. Uno no se imagina a un marinero escribiendo una novela de amor.
Pues bien, la verdad, no es muy complicado separar dos realidades, en ambas situaciones se necesita tiempo, espacio y dedicación. Viendo el tema desde esa perspectiva, se puede decir que tengo mucha comodidad para escribir estando a bordo, ya que me encuentro solo en un espacio personal e íntimo como es mi cabina de descanso y relajación. Es ahí donde puedo mantener mi silencio y tiempo rodeado de letras y tranquilidad.
Llama la atención que su primera novela sea una historia de amor, cualquiera pensaría que sería una ficción vinculada a su vida en el mar.
La verdad, sí, es lo que se podría esperar realmente, pero he trabajado esta idea por años, incluso hasta antes de navegar; esta historia fue escrita muchos años atrás en mis tiempos de estudiante de comunicaciones y fotografía, y bueno, cuando tuve la oportunidad de poder navegar e irme por meses fuera de casa, decidí una noche después de tener una avalancha de ideas, ponerme escribir sin parar, desarrollando esta historia que solo estaba en mi mente, a ponerle cuerpo en papel y tinta.
Es inevitable preguntarle: ¿Es usted el personaje de la novela?
Esta es una pregunta que me hacen mucho, y la respuesta es muy sencilla: No, no soy el personaje, no niego que he sacado ciertos rasgos de mi persona hacia el papel de Enzo, pero esta historia de amor es una fantasía. Todos los personajes son ficticios y la novela es una historia de amor creada justamente para darle vida a la idea que tuve.
Esta idea surge a raíz de mucho sentimiento, era todavía muy jovencito cuando decidí una noche hacer una historia, darle vida fue muy difícil y en aquel entonces más aún, ya que estaba en todo el proceso de juventud y las distracciones abundaban mi día a día, pero siempre tuve claro lo que quería hacer, aunque no los medios para lograrlo.
La tragedia está presente en su ficción, que es, en realidad, casi como la vida misma ¿Cree que esos pesares definen a las personas en su forma de ver el mundo?
Creo que el hombre como ser magnífico, es adaptable. Nos adaptamos a diferentes circunstancias, climas, idiomas, dolores y sentimientos. La tragedia tampoco no es ajena, todos hemos pasado por situaciones muy difíciles, nos dolió, nos tumbó y nos hizo querer tirarnos a las vías de un tren en movimiento. Pero aquí estamos, sobrevivimos a todas y cada una de nuestras realidades, a nuestras dificultades, etc.
Usted ha viajado mucho, se nota en la descripción de las ciudades y la forma en que se conducen sus habitantes ¿Qué piensa de Lima como escenario para sus posibles ficciones?
Quisiera ser honesto, no me veo usando mi realidad nacional en una historia, no me veo usando mis ciudades en una historia, cuento o novela futura. Siento que para tratar a Lima o alguna otra región del Perú se debe conocer primero y, lastimosamente, no es mi caso. Para ser una persona que viaja mucho por trabajo, no conozco mi país como realmente me gustaría. Por esa razón siento que no podría escribir sobre, ni dar referencia ni ambientar a Lima u otra provincia en una novela.
Terminada la lectura queda la sensación de que podría haber un segundo libro ¿Ha pensado en esa posibilidad?
La verdad, sí. “AHEF” (Aún hasta el fin), cuando fue pensada y escrita desde sus inicios se escribió una historia MUY EXTENSA, lo suficiente para que durante años sea retocada, editada, corregida y se hicieran varios cambios acordes al tiempo, pues fue en México cuando decido ponerle punto final a la primera parte y comenzar con la siguiente; me complace decir que sí, tiene un secuela muy interesante para la vida de Enzo y Kelly, ese romance que comenzó con dos jovencitos y se tornó misterioso, maduró, les tocó conocer la certeza que te da la vida. En esta nueva novela se podrá redescubrir personajes que dejaron una huella en la historia y llenará de mas emociones a quienes se aventuren a leerla.
¿Cuán importante es el romance en su vida? Se lo pregunto porque su personaje es un gran romántico y siempre hay algo del autor en las ficciones.
Si me preguntaran si creo en el amor, diría que sí, creo en el amor, todavía creo que el amor está ahí galopando sigilosamente en la vida de todos, pero en terrenos muy íntimos. Hoy por hoy todos amamos, todos somos capaces de sentir y demostrar amor hacia algo o alguien, el punto importante en esto es, ¿cómo lo demuestran? ¿Cómo lo manifiestan? Y si les apena demostrarlo. En la novela describo a Enzo como un joven que demuestra su amor con atenciones y cuidados, con esa careta de chico rudo que sí es capaz de amar cuando realmente es conquistado, y solo una persona logra hacerlo, Kelly llegó a su vida para poder romper esa coraza y llenar su vida de sentimientos para lo que él no estaba preparado.
La novela plantea la gran y difícil pregunta: ¿Existe un destino que una a las personas? Qué piensa usted de eso.
Pues, así como creo en el amor, creo también en el destino, en esa leyenda del hilo rojo que une a personas que están destinadas a estar juntas y que por cosas del destino no pueden hacerlo, esos corazones que se aman en silencio y a kilómetros de distancia.
Estoy convencido de que todos tenemos un amor así, quizás no en esta vida, quizás no lo conozcamos, pero lo tenemos ahí, esperando ese cruce de miradas, ese contacto, ese momento. En la novela trato de demostrar un poco eso, tocamos sutilmente la paramnesia y la anamnesis en el capítulo donde Enzo despierta del coma llevado por esa fuerza que desconoce, pero lo llena de ansiedad y le da esa fortaleza para ponerse de pie. En blanco, pero de pie.
Usted es comunicador con una gran pasión por la fotografía, sin embargo, es un marino que ha recorrido el mundo ¿Cree que su experiencia ha determinado de alguna manera su forma de entender las emociones?
Agradezco el nombrar mis oficios de vida en estos momentos, pero debo ser honesto y confesar que mi faceta de marino es la que más me ha ayudado con esta etapa. Durante todo el tiempo que llevo trabajando en el mar, este se ha convertido en mi hogar, mi refugio y mi mejor momento para poder trabajar en mis letras y poder seguir escribiendo. Muchos creen que el paisaje, las puestas de sol, las olas del mar inspiran y todo se vuelve mágico y sencillo. Pero la verdad es que no, es la soledad la que hace posible toda esta magia. Sí, la soledad, y aunque suene duro y algo desagradable, paso la mayor parte del año viviendo solo en mi cabina personal que suelo convertir en un templo de silencio y concentración. Es ahí donde encuentro la paz que necesito para poder escribir. Tengo el material a la mano, mi orden, mi silencio y mi música que acompaña mis faenas galopando en las teclas de mi portátil.
Lastimosamente en casa cuando me encuentro de vacaciones me es imposible poder sentarme a escribir, entre los ruidos ambientales, mis hijas, mi esposa, mi perro y las distracciones que siempre hay y/o aparecen, no logro encontrar lo que busco.
Me llama la curiosidad ¿Cómo un marino que recorre los mares enfrentando peligros termina escribiendo una historia de amor?
Soy un romántico empedernido. Me he criado oyendo referentes musicales ligados al amor, mis padres en mi niñez oían mucha balada, mucha nueva ola, aquellas músicas y canciones que no pasan de moda y que más de uno conoce.
Mi música, mis lecturas más frecuentes y mis películas favoritas son una fuente de inspiración muy poderosa.
¿Qué pueden esperar ahora sus lectores? ¿Hay próximo libro?
Si, estoy trabajando fuertemente en nuevos proyectos, tengo material guardado en lo oscuro de un cajón esperando ver la luz y planeo prontamente darle esa ventana. No se si debo decir que es mi momento, pero si creo que es momento de dejar de pensar en el qué dirán y pensar en lo que quiero como autor. “El horizonte no solo debe verse y admirarse, hay que salir a conquistarlo”.