Escribe Elibeth Acevedo Chávez
Diez feminicidios se perpetran en México cada día, sin contar los que no son denunciados. A mí, como mujer, es algo que me alarma, que me da miedo y que hace que mi adrenalina aumente cuando vuelvo a casa de noche al salir del trabajo. Gracias a Dios me he salvado dos veces de ser “levantada”.
Liliana Rivera Garza es el personaje principal de esta historia que ha escrito su hermana, Cristina, gracias a todas las cartas, notas y anécdotas de sus amigos, libro con el cual hace menos de un mes ganó el premio Pulitzer. Pero ¿de verdad si es tan peligroso salir a la calle? ¿Corremos riesgo solo en la calle? Pues no, y Cristina te va a contar cómo nuestro asesino puede estar ahí, junto a nosotras. Ese mismo hombre que ahorita te regala dulces, chocolates, flores, que te cuida y te lleva en coche para estar más segura; ese mismo, puede quitarte la vida.
El invencible verano de Liliana es un libro que compré en la Fil Guadalajara y lo deje ahí en mi pila de libros que algún día llegaría a leer, y como vi que ganó el premio se me metió la espina del ¿por qué lo ganó?
Me arrepiento de no haberlo leído antes.
Desde que comencé la lectura mis emociones se empezaron a mover. Rivera Garza tiene una forma de escribir tan sencilla que hace que tu lectura sea fluida, también sus descripciones sobre los lugares en los que se encuentra hacen que te transportes al lugar, si no eres de México te recomiendo que cuando leas el libro puedas buscar algunas imágenes.
Iniciamos con la autora yendo a la procuraduría para poder tener el acceso al historial de la documentación de su hermana el día del suceso. En cada momento vas a sentir una impotencia, coraje y desesperación, de cómo en muchas de estas ocasiones solo nos dan largas y largas y jamás un resultado. Continuamos con los días de Liliana y Cristina cuando eran muy pequeñas, jugaban, reían y copiaban los gestos de los amigos de sus papás. Lili era muy cariñosa con todos los que la rodeaban, era alegre y muy entregada. Le gustaba escribir, así que enviaba muchas cartas, y otras ella misma se las guardaba, gracias a eso es que Cristina puede realizar este documental.
En una de esas cartas, dirigida a su prima, confiesa que hay un chico de nombre Ángel, el cual al principio le cae mal, pero conforme va pasando el tiempo comienza a quererlo, la hace reír. (Todo esto narrado desde sus cartas de Liliana).
Lili es muy bonita y por su forma de ser tan agradable es que se convierte en una persona de la que es fácil enamorarse. Ángel hace todo lo posible por conquistarla, tomándole dos años en lograrlo. A pocos meses de empezada la relación, él la engaña. Liliana, con el corazón roto, logra expresar su dolor en una de las cartas que no llegó a enviar.
Esta relación no termina con la infidelidad, Liliana es una chica tranquila, que ama, sueña y está enfocada en su carrera de arquitectura, pero eso no le permite ver todas las banderas rojas que pone Ángel entre ambos. En ese tiempo no se hablaba tanto de salud mental, de lo que está permitido y de lo que no.
La pequeña hermana se va entonces a la Ciudad de México a continuar con sus estudios. Cristina, preocupada porque se vaya a vivir sola, le consigue un departamento pequeño con uno de sus amigos de la universidad, donde la habitación está ocupada por los dueños, así que ella duerme la sala.
Narrado por los amigos de la hermana menor, es un lugar donde todos se reúnen, donde todos hacen la tarea, sus proyectos en equipo, todos se quieren. Lili tiene un chico detrás de ella que saben que es Ángel, que es su exnovio, pero no la deja en paz a pesar de que con los años Lili llega a tener otra pareja. Va por ella a la escuela, la deja los fines de semana en casa de sus padres, en moto, en carro, pero siempre está ahí esperándola o viéndola de lejos. La acosa.
Lili comienza entonces a recibir amenazas: si no vuelve con él, se va a matar. Ella lo calma, lo mantiene como un amigo más, como un hermano de vida. Sabe que ya no debe volver con él. Entra a una etapa donde comienza a valorarse más, a encontrar el amor en sí misma, a ser feliz por el sólo hecho de existir. Pero la madrugada del 16 de Julio de 1990, Ángel salta la barda de su casa con ayuda de unos vagos que están en la calle, fuerza la puerta, entra en la habitación, se acerca a Lili que está durmiendo y la asfixia.
¿Qué sintieron los padres al enterarse? ¿Qué sucedió exactamente? Todo lo puedes encontrar en este libro, que recomiendo mil veces y jamás lo dejaré de hacer. Lo que más me gusta es que Cristina no entra tan a fondo en el tema del patriarcado, así que, si no te gustan mucho esos temas, ni te preocupes. Pero es bueno saber que estas cosas pasan, que le puede suceder a tu hermana, prima, a tu hija o mejor amiga. Como en la mayoría de las historias de feminicidio, su asesino, Ángel, sigue libre, jamás lo capturaron, se escapó por los techos de su casa cuando llego la policía. Y aún ahora lo siguen buscando.