Escribe Macarena Muñoz Ramos
Anne Rice creía que no iba a hacer nada interesante en su vida. Se había casado con su gran amor, a quien conoció en el bachillerato y a los veinticinco años se convirtió en madre. El tiempo pasó sin mayores complicaciones hasta que, en 1972, a su hija Michele le diagnosticaron un tipo de leucemia bastante raro. La pequeña apenas tenía cinco años y sólo sobrevivió unos meses. Sus padres quedaron devastados. Y Anne, intentando mantenerse sobria (había heredado el alcoholismo de su madre) se metió de lleno en el mundo de la escritura creativa y empezó a borronear una historia donde pretendía exorcizar el dolor y la pérdida.
Asumió como algo normal que sus personajes fueran vampiros. Los creó desde la visión de un humano con pasiones, angustias, dolores y rebeldía. En un principio se trataría de una historia corta porque tenía la intención de crear una antología personal para enviarla a un concurso en Iowa. Pero aquello se fue alargando y en nueve meses (tal como si hubiera gestado una criatura de carne y hueso) dio forma a una novela de extensión media. Envió el manuscrito a más de diez editores y agentes literarios. Algunos ni siquiera le respondieron. Otros parecían burlarse en sus cartas. Hasta que llegó Vicky Wilson de la editorial Knopf. Anne Rice supo desde la primera vez que habló con ella, que Interview with the Vampire sería su primera publicación profesional. Y que sería un éxito.

Pero no todo fue coser y cantar. Anne ya había hecho casi tres borradores donde había incluido el viaje de Louis y Claudia a Europa y el Theatre les Vampires. Pero la editorial Knopf seguía exigiendo ajustes y que puliera mejor. El colmo fue aquel primer final donde Louis y Claudia descubren una gran mansión donde viven todos los vampiros, hay pequeños también. Así que Claudia se queda tan feliz a vivir con ellos y Louis se marcha con Armand a recorrer el mundo. Y claro, Louis concluye comedidamente su entrevista en San Francisco. Rice comenta que la editora Vicky Wilson fue muy cortés y le pidió que arreglarse ese desastre que consideró fruto de una autora aburrida.
El 5 de mayo de 1976 se puso a la venta la historia de unos vampiros que iban a revolucionar el mundo de la literatura y la concepción de la criatura de la noche más conocida en el planeta. Sin embargo, su éxito no fue inmediato. Los críticos no la reseñaron muy bien porque, ¿quién podría tomar en serio a los vampiros? Se vendieron sólo 25,000 copias en tapa dura. Pero cuando apareció la versión de bolsillo, el tiraje fue de un millón y medio de copias que se repartieron por todas las librerías de los Estados Unidos. Encabezó la lista de los mejor vendidos durante ocho semanas aunque poco a poco fue desapareciendo. El «truco» que logró mantener con «vida» a Interview with the Vampire fue que tuvo compradores fieles aunque no estuviera en las mesas de novedades. Así fue como se convirtió en una novela de culto.
La primera edición en tapa dura tiene una sobrecubierta color amarillo viejo. Pero mi favorita es la de color dorado con los cantos superiores de las páginas en color rojo. Para 2026 se cumplirá el primer medio siglo de esta genial novela. Quieran los dioses que podamos celebrarlo. Mientras tanto, este año se cumplirá el 40 aniversario de Lestat, el vampiro.