Escribe Alessandra Tenorio
“Muerte, acógeme tibiamente en / los oleajes desaparecidos de la tierra”, dice uno de los versos que aparece en el nuevo poemario de Juan Cristóbal, poeta peruano de la llamada Generación del 60 y Premio Nacional de Poesía. La muerte se presenta como un tópico recurrente que por momentos aparece como un escape del disconfort que la voz poética siente frente a la realidad que le ha tocado vivir. El mundo se ha convertido para esta en un lugar que desconoce y al que rechaza. La luz aparece como un símbolo de todo aquello que se ha perdido o se encuentra lejano.

En ese contexto, vivir se presenta como un ejercicio triste que se vuelve llevadero gracias a algunos recuerdos, que a veces iluminan el panorama. Sin embargo, en la mayoría de los poemas, las añoranzas llegan para enrostrar con furia el inmortal verso de Manrique que reza que “todo tiempo pasado fue mejor”. El libro finaliza con los textos “¿El sueño?” y “El inmortal”. En el primero, se presenta un paralelo entre la muerte y los sueños; y en el segundo, se reflexiona sobre la inevitabilidad de la muerte y el encuentro de la voz poética con la inmortalidad.
Con sus habituales versos largos y un ritmo trepidante que invita a la lectura de corrido, Desde esa luz que ya no veo es un poemario al que vale la pena acercarse.
Desde esa luz que ya no veo
Juan Cristóbal
Arteidea, 2024
45 páginas