Escribe Erik Díaz Sandoval
Para ayudarse a que las horas pasen y poder conciliar el sueño, Molina, un homosexual encarcelado por “corrupción de menores”, le cuenta películas a Valentín, un subversivo, perteneciente a un grupo radical de izquierda que busca revertir el orden económico, político y social de su país; y, entre estas narraciones, que constituyen el escape de una realidad cruel hacia la fantasía, van surgiendo las conversaciones y vamos conociendo parte de sus vidas, ideas, sueños y sentimientos.
La relación con su madre y su amistad con un heterosexual de quien está enamorado nos permite comprender cómo Molina percibe la vida y el rol que cree le corresponde asumir, como mujer, en su relación con las personas y, específicamente, con los hombres. A su vez, comprendemos las contradicciones políticas y sentimentales de Valentín a través de su relación con dos mujeres: una excompañera revolucionaria de quien sigue enamorado y su actual pareja que continúa en la revolución.
El sistema penitenciario y político y sus métodos inescrupulosos e implacables determinan las vidas de estos dos marginados. El beso de la mujer araña es una novela sobre la violencia del sistema, los roles que este impone a los hombres y mujeres, la lucha de los excluidos, las contradicciones humanas y el amor sin distinciones de género que se permite nacer aun en las circunstancias más adversas.