Escribe Gabriel Rimachi Sialer
Cuando los peruanos pensamos que, tras la Marcha de los Cuatro Suyos y la caída del fujimorismo, el Perú iniciaría el urgente camino de la recuperación moral, no nos dimos cuenta de que, en realidad, lo único que habíamos hecho era cambiar de corruptos. Y así empezó nuestra historia en este nuevo milenio. 17 años después del final del gobierno de Alejandro Toledo, este ha regresado al Perú extraditado de los Estados Unidos, enmarrocado de pies y manos, y ocupa una celda junto a otros dos ilustres vecinos: Alberto Fujimori y Pedro Castillo, pero ¿cómo es que empezó esta historia?
Acaba de publicarse la segunda edición de “Historia de dos aventureros”, del escritor y periodista investigador Umberto Jara, libro que ya se había constituido como un aporte importante para comprender esa parte de nuestra historia, pero, sobre todo, para respondernos a la pregunta: ¿cómo es que permitimos esto? ¿Cómo es que la imagen de aquel niño andino, que sobrevivió a la pobreza lustrando zapatos por unos centavos, que terminó el colegio estudiando bajo la luz de las velas, y pudo llegar hasta la prestigiosa universidad de Stanford, pudo engañarnos tanto? Son muchos los factores, que Jara analiza aquí a profundidad, pero, además, aporta en paralelo cómo es que el gobierno del “cholo sano y sagrado” (y por eso, intocable), entró con hambre de dinero, de una voracidad pocas veces vista en gobiernos anteriores, ¿por qué? Porque con Toledo la corrupción se institucionaliza.

Y, sin embargo, nos preguntamos ¿por qué lo permitimos? Jara ensaya una respuesta dolorosa pero real: Porque Karp decidió ocultar sus desprecios y aprendió a mal zapatear un huaynito, y Toledo desarrolló su cinismo y sus discursos cambiantes; “y esas armas del engaño fueron suficientes en un país donde pensar es un bien escaso”. Las fábricas de firmas falsas, las telarañas de corrupción con Odebrecht, los millones que se embolsó en la estafa de la financiera CLAE, son sólo algunos de los muchos escenarios que Jara saca al frente en este libro que es una dolorosa radiografía de una parte de nuestra historia, una historia vergonzosa de la que muchos de nosotros, en algún momento a inicios del 2000 y en “nombre de la democracia”, formamos parte. Recomendado.