Escribe: Francisco Joaquín Marro
Con más preguntas que respuestas (muchas impensables para los consensos políticos actuales en el Perú), José Carlos Agüero nos presenta quizás el libro más polémico y valiente de 2015, aunque no por valiente libre de cuestionamientos.
Es el relato fragmentado de su propia marginalidad, la de hijo de senderistas, donde reconoce que la memoria es finalmente un territorio sin fronteras, con sus propias necesidades, y la victimización, su propia victimización, una convención en permanente negociación con la sociedad más que una situación definitoria.
En este libro, se pregunta Agüero si hay “pecados” tan execrables como para quitar completamente su condición humana al pecador, y si la victimización del campesinado y su papel en medio del fuego cruzado entre el Estado y Sendero Luminoso no es sino una concesión (que reconoce como circunstancialmente necesaria) entre la agenda de los Derechos Humanas y el Estado por encontrar inocentes “correctos” . Llama la atención la sencillez que emplea y su efectividad para expresar las emociones reprimidas de una infancia forjada en medio de la precariedad y el temor a la delación propias de las actividades subversivas de sus padres.
“¿Es tan difícil abrirles un espacio en esta tipología de los que han sido devastados por la guerra?” expresa Agüero, más que a manera de queja, de reflexión (porque ha de quedar claro que este libro no ofrece soluciones) y finalmente reconoce que difícilmente encontrará entre la sociedad actual suficiente empatía con su historia: la de un sobreviviente (desde el otro lado de la trinchera) del conflicto armado más importante vivido en el Perú del siglo XX.
José Carlos Agüero. Los rendidos. Sobre el don de perdonar. Lima: Instituto de Estudios peruanos, 2015. 160 páginas.