Pre-Textos es la editorial española que en 2006 empezó a publicar a la poeta norteamericana Louise Glück, gracias a la recomendación de un amigo en común interesado en que la obra de la hoy Nobel de Literatura llegara a más lectores. Desde entonces, Pre-Textos publicó siete de los once libros escritos hasta la fecha por la autora. Por ello la noticia de la obtención del Nobel significó para los editores Manuel Borrás, Manolo Ramírez y Silvia Prat, un orgullo compartido, pues se trata del reconocimiento silencioso a su labor como editores de poesía, a su criterio literario y a su apuesta por traducir la obra de una autora completamente desconocida en castellano, cuyos libros (que se vendían apenas tímidamente durante todos estos años), empezaron a venderse más con la noticia del Nobel.
Pero el mundo editorial es una jungla, y en ella reinan los agentes literarios como Andrew Wylie, que, a espaldas de la editorial española, negoció los derechos del contrato para seguir editando a Glück, exigiéndole, además, que destruyeran todos los ejemplares que tuvieran almacenados, según confirmó el propio Borrás en una entrevista brindada a la revista argentina «Perfil».

«Por desgracia -señaló Borrás- a la poeta Glück dentro de poco se le recordará tan poco como se le echaba en falta antes. Me explico, ¿cómo se entiende si no que no hubiéramos amortizado ni una sola de sus ediciones a lo largo de catorce años?». «Con todo, nosotros le deseamos la mayor de las suertes y preferiríamos equivocarnos en nuestro vaticinio. También queremos dejar bien claro que esta desafección no nos va a hacer declinar lo más mínimo de nuestra meta, que es reivindicar todo aquello que consideremos la mejor de las literaturas. Y lo haremos además contemplando siempre el horizonte ético al que debe apuntar cualquier proyecto cultural que se precie».
La noticia ha provocado una avalancha de críticas en el mundo editorial -y de traductores-, las mismas que se han reunido en una carta abierta que aparecerá en los próximos días en la revista Buenos Aires Poetry y que viene siendo firmada por editores, autores, críticos, traductores, que repudian este tipo de prácticas malsanas, que son cada vez son más frecuentes.
Las editoriales medianas y pequeñas muchas veces apuestan por autores nuevos o desconocidos, que no son aceptados ni leídos por las grandes transnacionales, hasta que ganan un premio y entonces son absorbidos por estas. Y si se trata de poesía, con mayor razón, pues es uno de los géneros literarios más difíciles de vender a los lectores.