Escribe Erik Díaz Sandoval
Jerome David Salinger, escritor estadounidense nacido en 1919 y fallecido en 2010, es el autor de «El guardián entre el centeno», novela icónica publicada en 1951, y de tres libros de cuentos: Nueve Cuentos (1953); Fanny y Zoey (1961); y Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción (1963); los cuales fueron suficientes para ser considerado un mito de la literatura, a pesar de su decisión de dejar de publicar y evitar a la prensa y las apariciones públicas.
Holden Caulfield, el protagonista de la única novela de J. D. Salinger, es un adolescente de quince años que ha sido expulsado del internado a donde había llegado luego de haber sido expulsado de dos colegios anteriores, y debe esperar aún unos días para regresar a la casa de sus padres y comunicarles la noticia; sin embargo, no puede soportar esos días que le faltan y decide abandonar el colegio un sábado por la noche.
Es el propio Holden quien nos narra en primera persona lo que le sucedió —y principalmente lo que sintió— en los días inmediatamente siguientes a dicha decisión. De esta manera, conocemos la indiferencia de una institución educativa y de sus miembros ante la situación límite a la que se enfrenta uno de sus alumnos, donde incluso los profesores a los que Holden aprecia y con los que tiene una relación más cercana son incapaces de darle el apoyo que necesita en esos momentos. Nos enteramos también de la incomprensión y egoísmo de sus compañeros, quienes no pueden dimensionar el drama vital de su compañero.
Asimismo, Caulfield nos hace partícipes de su incertidumbre y confusión respecto de lo que debe hacer con su propia vida y el camino que debe seguir, de su sentimiento de desamparo frente a un futuro que vislumbra sombrío y caótico, de su inconformismo generalizado, así como de su desconocimiento del lugar que le corresponde en el mundo.
También nos cuenta lo poco que conoce a sus padres y lo lejos que se siente de ellos, a pesar de reconocer el amor recíproco de ellos hacia a él y viceversa; sus relaciones con sus tres hermanos y sus sentimientos por cada uno de ellos. Así, nos enteramos que siente que su hermano mayor traiciona su vocación y talento artísticos por la comodidad y la fama de un trabajo como guionista en Hollywood; del dolor profundo que no lo abandona por la muerte de su hermano menor; y que la ternura de su hermana menor constituye su único refugio y es en ella en quien busca el consuelo que no encuentra en ningún otro lado. Es él mismo también quien nos refiere su incomprensión respecto de sus propios sentimientos y emociones hacia las chicas con las que se relaciona, los de ellas hacia él y el impulso sexual propio de la adolescencia.
Así, desorientado y saturado de desasosiego, Holden nos cuenta cómo se enfrenta a la noche y sus peligros, tratando de ocultar su edad con su alta estatura y buscando compañía en conocidos a los que intenta recurrir y en desconocidos con los que se va cruzando en su periplo, en el que constantemente intenta refugiarse en el alcohol y el entretenimiento de los bares nocturnos.
Por tanto, El Guardián entre el Centeno constituye una exploración íntima de la adolescencia, de su temor ante las incertidumbres de la vida, de su sentimiento de desamparo, de su búsqueda de seguridad y de hallarse en el mundo, así como un símbolo de su rebeldía natural ante la injusticia y la infamia.