Una entrevista de Gabriel Rimachi Sialer.
La escritora Jennifer Thorndike se encuentra en Lima para participar en la 21 Feria Internacional del Libro de Lima, donde presentará su nueva novela breve «Esa muerte existe», editada por Penguin Random House. En esta novela, Thorndike realiza una inmersión en el lado más oscuro y cruel de sus personajes (algo que vimos también, aunque en menor grado, en (ella) su anterior novela). Thorndike es una de las escritoras más destacada de su generación. Como ocurre con algunas publicaciones, «Esa muerte existe» vino acompañada por la polémica a raíz de una reseña que sobre ella escribiera el también escritor Jack Martínez, y que ha provocado incluso que le dediquen columnas periodísticas al tema del reseñismo literario. La escritora sonríe y asegura que eso es algo ajeno a la novela. Sobre este y otros puntos conversamos con Thorndike en esta entrevista para La conjura de los libros. Jennifer, este nuevo libro te aleja de la forma de abordar la historia, que ya habíamos visto en (ella), es decir, es más oscuro, más oclusivo ¿por qué decantarte por esos abismos? Creo que no me aleja, era una propuesta más extrema que era (ella). Lo que me interesa en mostrar cómo se construyen los sentimientos más perversos y oscuros del ser ser humano. También cómo una persona pasa de la ser normal a convertirse en alguien que podría juzgarse como cruel o vil. En (ella) no estaba ese paso a la maldad que es lo que quise explorar en Esa muerte existe. Es interesante la presencia del Monstruo como un ente regidor en la vida de los personajes, que finalmente va a ser determinante sus destinos. Sí, el Monstruo es un personaje importante porque es él quien motiva la competencia feroz que hay entre Sofía y Lucía. Él motiva el enfrentamiento entre ellas, él les inculca los sentimientos negativos que tienen una frente a la otra. Sin el Monstruo, quizá sus diferencias no se habrían marcado tanto como para desarrollar un deseo de venganza en Sofía a pesar de las presiones sociales. Con esto último me refiero a la importancia que se le da a la belleza en las mujeres. Creo que Sofía igual habría sido comparada con su hermana, pero dudo mucho que sin el Monstruo hubiera llegado a tomar una posición tan extrema frente a ella. ¿Qué tan importante es no ser bella en estos tiempos? Creo que es una presión social que ronda a las mujeres todo el tiempo y durante toda su vida. Dudo mucho que haya alguna mujer que no se haya sentido mal alguna vez con su cuerpo. Hace un tiempo escribí un post en Facebook hablando de que a las mujeres se nos acosa con el peso, la vejez, los defectos, con todo lo que tiene relación con el aspecto físico. Es lamentable. Yo estoy en contra de seguir motivando a que se juzgue a las mujeres por si son bellas o no, por eso me molesta cuando se dice «todas son hermosas» o «hay diferentes tipos de belleza» para ir con contra de los cánones dominantes. Simplemente creo que las mujeres deberíamos impedir que se nos haga sentir mal por nuestro aspecto físico. Pero es difícil cuando se repite todo el tiempo, como en el caso de Sofía. Aunque su situación es más difícil porque ella es comparada con su hermana también por su capacidad intelectual y las habilidades de las que supuestamente carece. ¿Crees que la pena de muerte es una solución a los problemas que vivimos como sociedad? Gracias a la investigación que tuve que hacer para escribir esa parte de la novela, pude entender mucho más sobre este tema. No creo que sea una solución, principalmente, porque la pena de muerte no es disuasiva. Los criminales que actúan de forma premeditada, piensan que no los van a descubrir. He leído algunos casos, por ejemplo, de asesinos en serie en que eso queda clarísimo: desarrollan una metodología que los hace sentirse intocables. Por otro lado, los criminales que actúan por impulso, lo último que están pensando cuando comenten el crimen es en la condena. Creo en el endurecimiento de las penas carcelarias, pero principalmente en que existe una estructura social y económica que tiene que modificarse. ¿Cuánto crees que ha cambiado tu interés temático desde «Cromosoma Z» a esta novela breve? Siempre me han interesado las relaciones de poder, creo que eso estaba en Cromosoma Z a pesar de que fue un libro que publiqué muy joven y no tenía la formación académica que ahora tengo. Ahora lo que me obsesiona es entender cómo funcionan la estructuras que nos dominan o que moldean lo que somos. Esto se lo debo al doctorado. En Esa muerte existe hay mucho de lo que yo estudio en mi tesis: la enfermedad, el control sobre el cuerpo, la competencia neoliberal, la fijación por el dinero. Soy una escritora y lectora muy curiosa, quiero entender lo que veo y lo que sucede y creo que eso se refleja en lo que escribo ahora y los proyectos que tengo para el futuro. Lo interesante para mí es deshacerme de las certezas y continuar con los cuestionamientos. Eso es lo que más me motiva. ¿Qué tan difícil es ser mujer y escritora? Creo que lo más difícil es conseguir que los hombres te lean. Y me refiero a los lectores que van una librería a escoger el libro que van a comprar, gente fuera del medio. Creo que a veces hay mucho prejuicio en cuanto a las temáticas que se abordan, a ciertos encasillamientos sobre cómo escriben las mujeres, la eterna pregunta de que si existe una «escritura femenina», idea con la que discrepo. Cuando publiqué mi primer libro en el 2007 escuchaba mucho «no la leo porque es mujer» o «no me interesa leer mujeres». Creo que eso ha cambiado, pero siempre es un reto llegar al lector, más que a las lectoras. ¿Crees realmente que ha cambiado? Creo que hay más apertura. Por ejemplo, que haya habido premios Nobel como los Alice Munro, Herta Müller o Svetlana Alexievich en los últimos años ha motivado a que se produzca un acercamiento a la literatura escrita por mujeres. Eso ya nos beneficia a todas a las escritoras mujeres. Parece que siempre habrá esa distinción de «escrito por mujeres» que se separa de ese gran continente que es la literatura ¿No? Quizá sí, en mi caso no hago distinción, solo como especificación por lo que estábamos comentando. Pero creo que esa división debería desaparecer, creo que uno debe acercarse al libro porque te despierta interés, porque lees la contratapa y logra atraparte, porque crees que puede tener algo que decirte independientemente de quién lo haya escrito. Hay que atreverse a leer quizá lo que menos esperabas porque uno nunca sabe lo que puede terminar gustándote o sorprendiéndote. Pero sobre todo, un lector creo que debe formarse una opinión propia sin prejuicios. Yo he encontrado así a muchos escritores y escritoras buenísimos. Es inevitable preguntarte cómo has tomado las críticas a tu novela, sobre todo la que hizo José Carlos Yrigoyen hace poco en su columna semanal. Cualquier crítico está en su derecho a pensar u opinar lo que le parece de la novela, ya sea positiva o negativamente. Yo me enfoco en mi trabajo, en lo que escribo, en lo que sé que puedo ofrecer y en la propuesta estética y literaria que estoy intentando construir. Creo que hay que seguir adelante en lo que uno se propone y para mí eso es intentar construir algo nuevo. Es un proyecto a largo plazo y sigo concentrada en eso. Hay otra polémica que se ha desatado a raíz de tu novela, que no tiene precisamente que ver con la novela, sino con la forma en que fue reseñada por Jack Martínez, se han escrito incluso artículos como el de Juan Manuel Robles hace unos días en Hildebrandt en sus 13. Es lo mismo que sucede con cualquier otra reseña. Como autora de la novela, leo las opiniones y sigo adelante. Formar parte de un catálogo como el de Random House asegura mayor llegada a los lectores ¿qué deben esperar tus lectores después de «Esa muerte existe»? Estoy trabajando en otra novela, con una propuesta en construcción como te comentaba anteriormente que seguiré trabajando. Lo que más deseo es que a los lectores les guste Esa muerte existe, que sigan motivados a leerme. Que se cuestionan sus creencias luego de leerla, que los mueva, que produzca efectos que no se esperaban. Todo esto es muy importante para mí.Luis Freire Sarria: “Soy un disidente sin querer”
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