Una entrevista de Martín Vargas.
Paúl Guillen (Ica, 1976), es uno de los poetas jóvenes más destacados del Perú. Ha publicado los poemarios: “La muerte del hombre amarillo” (2004); “La transformación de los metales” (2005) e “Historia Secreta” (2008). Dirige la revista y el blog Sol Negro, y la editorial Perro de Ambiente, sello con el que acaba de publicar la esperada antología de poesía peruana «Aguas Móviles», que cuenta además con el diseño de portada de la artista plástica Ale Wendorff.
Guillén, que ha estado estos meses en Lima enseñando en la Mestría de Escritura Creativa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos para regresar en breve a los Estados Unidos donde cursa un doctorado en literatura, ha realizado una investigación tomando como referencia el año en que apareció Hora Zero, uno de los movimientos más fuertes e importantes que ha tenido la poesía latinoamericana de fines del siglo pasado. Conversamos con Paúl Guillén sobre este nuevo libro en las instalaciones del Café Librería del Fondo de Cultura Económica.

Poeta peruano Paúl Guillén (Foto: Diego Fernández)
Paúl, ¿Por qué embarcarte en elaborar una nueva antología de poesía peruana?
En mi labor como ensayista un tema principal ha sido el reflexionar sobre la poesía peruana contemporánea; en ese sentido, analizando otras antologías, canónicas y no tan canónicas, traté de dar una nueva propuesta: el análisis de la poesía peruana a partir de 6 sistemas, que ejemplifico en el libro. Es un poco una respuesta a las categorías que han empleado Alberto Escobar en su famosa antología del año 71 y Antonio Cornejo Polar en la Formación de la tradición literaria en el Perú. Estas 6 categorías son, por un lado, el sistema coloquial, en segundo lugar el sistema del lirismo, la tercera es la poesía en lenguas aborígenes, la cuarta es el concretismo y el post-concretismo, la quinta es neobarroco, y por último es la poesía del lenguaje. Entonces es a partir de ahí que configuro tendencias grupales de estos poetas. Los nombres de estos poetas para mí ejemplifican esas tendencias o esos sistemas, así como muchos otros poetas valiosos que se han quedado en el camino. Pero la antología está planteada por los sistemas y no tanto por los nombres.
El subtítulo de la antología señala “1978-2006”…
Hora Zero nace en el setenta, los poetas fundadores o canónicos de Hora Zero empiezan a publicar a principios de los años setenta y luego viene otra promoción; a mí no me gusta llamarlos tanto como “generación”; otra promoción, otro grupo de poetas que va a tratar de escapar de este tipo de propuesta horazeriana, incluso dentro de Hora Zero poetas como Verástegui o Ramírez Ruiz se alejan de los primeros libros que ellos hacen. Entonces escojo 78 porque es el punto inicial donde otros poetas más jóvenes empiezan a publicar primeros libros, como es el caso de Mario Montalbetti, Carlos López Degregori, Pedro Granados, Enrique Sánchez Hernani, y al siguiente año también, el 79, otro poeta como José Morales Saravia publica su primer libro. Entonces va a incluir a los poetas de los 80´que van a ir publicando después, que hay para mí 3 cosas importantes en los 80´, o cuatro cosas en general. Por un lado está la poesía de mujeres, que aquí está ejemplificado por alguien que a mí me parece importante dentro de esa tendencia: Patricia Alba, que solo tiene un único libro, pero –claro- ella está englobando todo eso; en segundo término la gente de Kloaka, ejemplificado aquí por Roger Santiváñez y Domingo de Ramos; en ese momento de los 80´ hay un grupo de poetas neobarrocos que empieza a publicar sus primeros libros: José Morales Saravia, Magdalena Chocano, Reinaldo Jimenez, entre otros; y también un grupo de poetas que escriben en quechua, muy importante, como Dida Aguirre y Eduardo Ninamago, que aquí no sale por fecha de nacimiento porque él es un poquito más antiguo, pero me parece importante recoger esas variaciones que están sucediendo en los 80´. Luego sobre los 90´ está la idea de que es una etapa vacía, pero para mí no. Hay poetas muy importantes. Como se podrá ver está Miguel Idelfonso, Willy Gómez, Victoria Guerrero, por mencionar unos cuantos, que hasta ahora en la actualidad producen buenos libros. Y se cierra con la etapa de los 2000, como telón para lo que viene ahora, lo que está sucediendo ahorita con los colectivos más jóvenes.
Los dos grupos más importantes dentro de la poesía peruana contemporánea son Hora Zero y Kloka. ¿Por qué en la década del 2000 no encontramos un grupo que marque una diferencia?
Concuerdo: no hay un grupo tan importante como Hora Zero, y es difícil que lo haya. Hora Zero llegó a tener 70 integrantes en cierto momento. Pero me parece importante recalcar que a fines de los años 90´ surge Inmanencia como una propuesta que va a ser principal para los poetas que vienen en los 2000, una poesía más ligada a la alquimia, más hermética, en la que ellos estaban respondiendo a la tendencia horazeriana de lo urbano, que en los 90´ estaba fuerte. Claro que hay muchos otros poetas que no estaban participando de eso, por nombrar un caso que no aquí he recogido por a o b razones, Josemari Recalde tiene una poesía muy diferente a sus contemporáneos. Incluso un poeta como Willy Gómez o el mismo Irigoyen tienen una poesía diferente. Pero claro, los colectivos no fueron tan importantes aunque sí existieron. Creo que también influye la política en ese momento, que es la dictadura fujimorista, y muchos grupos se unieron como una especie de hermandad para tratar de hacer un taller de poesía y empezar a crear. Pero es claro que no fue la experiencia de Hora Zero que fue muy diferente y en otro contexto.

Paúl Guillén (Foto: Diego Fernández)
Son las condiciones sociopolíticas las que influyen como un gran marco al espacio creativo de los poetas.
En realidad el análisis que yo planteo no es por el lado social. Creo que no es tan importante en ese momento de los iniciales 78, 79 saber qué está ocurriendo en la política peruana para entender estos poemas. Cuando uno lee los primeros poemas de Hora Zero tal vez sí era importante saber qué estaba ocurriendo con Velasco y la Revolución. Pero es ineludible en este momento que se cuelen reflexiones sobre el conflicto armado interno que está bien documentado en investigaciones de Lucho Chueca y Paolo de Lima. En los 80´, en los 90´, en los 2 mil y hasta ahora esto se cuela no como un tema muy directo, pero sí está ahí. Y yo quería recalcar que en esta antología recojo la voz de un poeta de los 80´ que se llama Iván Suárez Morales, un poeta desaparecido, no se sabe si sea un desaparecido del conflicto armado interno. Es un poeta muy particular que no ha sido recogido en otras antologías. Claro, a mí me interesa reflexionar sobre el canon y también sobre la gente marginal, que no se incluye por ciertos motivos en las líneas más fuertes. Hay poetas como Reynaldo Jimenez, muy bueno, pero nació en Perú y se fue a vivir a Argentina, y ha publicado toda su obra en Argentina, aquí en Perú nadie le ha publicado un libro. Igual con el caso de Magdalena Chocano, que es conocida en el círculo de lectores de poesía, pero no por el gran público.

Poetas peruanos Roger Santiváñez y Paúl Guillén. (Foto: Jorge Verástegui)
¿Crees que “el gran público” tiene contacto con la poesía de esta época?
Al parecer la respuesta sería “no”, pero viendo la experiencia del Festival de Poesía de Lima, nos dice a las claras que la gente tiene interés en escuchar poesía. Claro que no hay bibliotecas donde leer los libros. Entonces con la Casa de la Literatura hemos llegado a un buen entendimiento para hacer esto. La mitad de la edición de este libro irá como regalo a bibliotecas públicas, a tratar de difundir este sector de la poesía peruana.
Esta edición se realiza entre la Casa de la Literatura y Perro de Ambiente. ¿Tenías la idea ya planteada anteriormente o fue una propuesta de la Casa?
P: Pues en realidad yo había trabajado una primera antología en el año 2005 sobre los poetas del 70´, donde recojo una diversidad de voces. Si comparamos aquí, hay muy pocos que salen en esa antología por fecha de edad, por ejemplo Carlos López Degregori, Mario Montalbetti, Morales Saravia, y nadie más, si revisas la otra vas a encontrar a toda la gente de Hora Zero, Estación Reunida, otros poetas que están es ese momento, que son un poco anteriores a estos. Pero la idea pues justamente fue después que hice una maestría en EEUU por la idea de una editorial que se llama […] House Press, la casa de cartón en inglés, la dirige Gian Carlos Huapaya, un poeta peruano que vive en EEUU. Nos asociamos para hacer una antología llamada Asimetrix, Asimetrías, que era desde Eielson hasta Mariella Dreyfus, desde los 50´ hasta los 80´. Una antología inglés-español. Y a partir de eso yo vine elaborando esta antología que iba a recoger las voces de los poetas post Hora Zero, por decir algo. Los que vienen publicando después de Hora Zero, los que vienen publicando en los 80´, 90´, 2000. Porque tengo esta idea de estudiar la poesía peruana en conjunto. Respondiendo a esta premisa de Cornejo Polar, que dice que la literatura peruana es un polisistema compuesto por la literatura escrita en español, la literatura culta, después dice hay una literatura popular, después plantea literaturas escritas en lenguas aborígenes; pero en el análisis que hace Cornejo Polar no incide tanto en este último tema. Por eso era para mí muy decisivo tener poetas que escriben en quechua y que se publiquen en quechua con traducción a pie de página en español, que es el caso de Dida Aguirre y Odi Gonzáles, y otros poetas que también escriben en quechua como José Pancorvo, y también alguien que tiene la cosmovisión indígena milenarista como Iván Suárez Morales. Me interesaba esta amplitud de registros. Porque siempre una antología se hace con una tendencia. Al antologador le gusta cierto tipo de poemas y trata de poner eso. O lo contrario, le gusta otro camino. En cambio aquí yo creo que hay muchas formas de escrituras justamente por la diversidad de sistemas que yo planteo.