La primera narración de fútbol de la historia

Claudio Sapelli se inscribió en la historia deportiva al narrar por radio el primer partido de fútbol... leyendo telegramas.

Publicado

22 Jul, 2024

Escribe Sengo Pérez

El protagonista busca explicaciones -el estadio de River ya no existe-, las encuentra, las escucha azorado en la voz de Tulio Savastano, presidente del también inexistente club Abasto Juniors: “No hay score ni cuadros ni partidos. Los estadios ya son demoliciones que se caen a pedazos. Hoy todo pasa en la televisión y en la radio. La falsa excitación de los locutores, ¿nunca lo llevó a maliciar que todo es patraña? El último partido de fútbol se jugó en esta capital el día 24 de junio del 37. Desde aquel preciso momento, el fútbol, al igual que la vasta gama de los deportes, es un género dramático, a cargo de un solo hombre en una cabina o de actores con camiseta ante el cameraman”.

La escena corresponde al cuento Esse est percipi (Ser es ser percibido) del libro Crónicas de Bustos Domecq, una creación a cuatro manos, entre Jorge Luis Borges, y Adolfo Bioy Casares en 1967. Borges, que detestaba el fútbol, no pudo dejar aunque fuera una vez sola, de escribir sobre él. En el cuento, tal vez esa haya sido la razón de su interés en escribirlo, hace desaparecer al deporte, pero no al relator, el encargado de que siga existiendo, aunque sea una mentira. Un narrador finalmente. “Como un género dramático”, dice el personaje del cuento, y eso parece ser al escuchar una narración de un partido: un cuento dramático, que a veces poco tiene que ver con la película que se presenta en el ecran/ pantalla/ cancha, y que solo coinciden al final, el resultado.

Sin televisor a la vista, los partidos se miran a través de ellos : los relatores, narradores, y nuestra imaginación al unísono, se encarga de transformar las palabras en imágenes. Una película contada y en directo, una película que se va haciendo sobre los hechos mismos, sin guion, con poco diálogo y mucha acción, una aventura de final incierto por no escrito. Con protagonistas héroes que un gol errado o un tiro no atajado puede transformar en villano en un segundo, y viceversa un minuto después. Una película donde un actor de reparto puede transformarse de repente en una estrella, o una estrella perder la luz, y en un segundo. Los relatores son los ojos de los que no ven, los que miran el sonido. Tal vez el summum del relato futbolero se dió el 22 de junio de 1986, el día en que Argentina, de la mano de Maradona, en el primer gol y de su pie izquierdo en el segundo, le ganó a Inglaterra durante el mundial de México. Casi una oda al fútbol, con el segundo gol, como su mejor poema, la voz llegó al papel y la narración de todo el partido fue editada en forma de libro (Barrilete Cósmico/el relato completo, Interzona Editora 2013) y algunos lo consideran parte de la literatura argentina.

Claudio Sapelli

Un uruguayo también, 63 años antes de la narración de Víctor Hugo Morales, fue el responsable del nacimiento de este oficio, antes incluso que se instalara la primera radio en Uruguay. Fue el 1 de octubre de 1922, la pasión por el fútbol alimentada sin duda por el éxito de la selección uruguaya que había jugado su primer partido el 20 de julio de 1902 contra la selección argentina y ya contaba con 3 tres Copas Sudamericanas, crecía día día. Y Claudio Sapelli, un joven técnico electrotécnico de «General Electric», hincha de Nacional, era parte de esa pasión. Los resultados de los partidos entonces eran conocidos por los asistentes a partidos que después se difundían en el boca a boca, o al día siguiente por los diarios. Pero la pasión no podía esperar, Sapelli había leído en alguna de esas revistas que se recibían por suscripción que el año anterior, en EE.UU,. se había realizado la primera trasmisión deportiva en el mundo -el 21 de julio-, cuando Jack Dempsey, noqueó al francés Georges Carpentier en el cuarto round para retener la corona de los pesados.

La revista Wireless Age estimó en unas 300 000 personas las que la escucharon. Sabedor de eso, Sapelli quiso ser el primero por estos lares, con una audiencia eso sí, bastante más reducida. Poco más de cincuenta privilegiados contaban con esas radios a galena y auriculares que les permitieron ser parte de un hecho histórico. Es difícil saberlo, pero tal vez el improvisado relator de fútbol ignorara que iba a ser el primero del mundo en hacerlo. El primer partido narrado en Europa, por la BBC, en tierra de los inventores del fútbol, fue el 22 de enero de 1927. Como es común a los vecinos del Plata pródigos en polémicas, algunos desinformados mencionan que la primera narración de Sudamérica fue en Argentina… dos años después. Pero sí, hay algo en el relato del joven uruguayo de veinte años, destinado a trascender más allá de la electrotecnia, que lo hace diferente a todos: no estaba mirando el partido, y eso lo hace más meritorio por audaz y original.

Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares – Foto Héctor Atilio Carballo

Sapelli estaba en Montevideo, y el partido se jugó en Brasil. Allá, en Rio de Janeiro por el VI Campeonato Sudamericano de Football (así se escribía en esos tiempos), como parte de de los Juegos Atléticos Latinoamericanos, Uruguay enfrentó a Brasil en el Estadio das Laranjeiras. Frente al Teatro Solís una multitud colmaba el espacio disponible y se desparramaba por la plaza Independencia y calles del costado. Hábil negociador también, Sapelli había logrado superar el recelo que despertaba en la prensa escrita la radiotelefonía que se venía por la competencia informativa y consiguió aliarse a la empresa editora de las publicaciones “Diario del Plata” y su vespertino “El Plata” en su aventura.

En la azotea del diario, a la derecha del teatro Solís, se había instalado un receptor de radiotelegrafía, que cada cierto lapso recibía un mensaje, telegramas de las compañias Western Union de los que se hacía dos copias. Una iba para Sapelli y la otra para Enrique García y Bonasco, que la leían para la multitud -unas 8.000 personas- con voz amplificada por un megáfono. Así informaba “El Plata” sobre esto último. Obviamente era difícil llegar a imaginar la dimensión que cobraría lo primero: es difícil imaginar cómo el narrador, cuya voz llegó hasta Pando micrófono-bocina mediante, y un pequeño trasmisor Westinghouse de 20 watts, pudo elaborar un relato a partir de frases tan lacónicas y generales como: “avance peligroso de la selección uruguaya”, “ Brasil cede un córner”, o “ buena intervención del goalkeeper uruguayo”, pero lo hizo, y fue el primero, días antes de la inauguración oficial de la primera radio en Uruguay: Radio Paradizábal, el 6 de noviembre.

Eso sí, para mala suerte del pionero, no hubo grito de gol ese día, el partido terminó 0 a 0, pero, ¿quien le quita lo narrado? Así empezó esta historia sin fin, esa relación relator/ hincha que llega -fenómeno sudamericano- a ver los partidos en la cancha misma con el receptor pegado a la oreja, hoy el teléfono celular, como poniéndole sonido y más emoción a una película muda de final imprevisible.

Sengo Pérez
Uruguay,1961. Reportero gráfico profesional desde 1982 escribió en Semanario Brecha y diarios La República y El Observador (Uruguay) Revistas Veja e Isto é (Brasil) y los diarios y Boston Globe (EE.UU.) En 1989 radica en Brasil trabajando para los diarios O estado de Sao Paulo y Jornal da Tarde. Desde 1990 en Perú como Editor gráfico de suplementos en Página Libre, El Suplemento (diario Expreso), Gestión, El Sol, Correo, Don Balón y El Gráfico. Productor periodístico de televisión en los canales América TV, canal 4 Y ATV, canal 9. Colaboraciones para las agencias Reuters, Associated Press, France Presse, EFE, la cadena de periódicos KRT (EE.UU.) Bild (Alemania), UNICEF. Houston Chronicle (EE.UU.), UNICEF, revistas Rumbos y Somos (El Comercio).

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