Escribe José Carlos Picón
En 1977 el Reino Unido vivía preso del ruido y la invasión punk. En Latinoamérica, Videla tenía las garras enterradas en Argentina y en el Perú padecíamos la mediocridad autoritaria de Morales Bermíudez. Una pequeña contextualización.
La Sagrada Familia 1 & 2, publicaciones de 1977 y 1978, respectivamente, fueron recibidas hace algunos meses gracias a Roger Santiváñez y su esfuerzo por dar a conocer las fuentes originales de los procesos poéticos de época. Tengo entendido que la colección completa de esta mítica revista fanzine setentero en edición facsimilar, será presentada en breve, jueves 19 en Barra Botánica 6 de la tarde en Miraflores.
Por lo pronto comento los dos números que tengo en mi poder. El primero, visualmente más expuesto, tiene la foto del grupo literario cuyo nombre da título a la revista. Arranca con un manifiesto que expone la dirección de acciones literarias sobre campos como el “lenguaje y la penetración en la problemática humana”, el desarrollo de la poesía con su rol de “negación y cuestionamiento constante”.

El volumen está ilustrado en su totalidad por Ramiro Llona e incluye textos de Luis Alberto Castillo, el autor de Melibea, Egdar O’Hara, Enrique Sánchez Hernani, Roger Santiváñez, y Guillermo Niño de Guzmán.
El segundo número inicia con una presentación editorial encabezado por un epígrafe de Antonio Gramsci. Los dibujos, esta vez, son de Luis Angulo. Incluye trabajos de Armando Arteaga, Juan Luis Dammert, Cronwell Jara, Luis Rebaza, en poesía, y narrativos en el caso de Guillermo Saravia, Ernesto Mora, o de igual manera, con el informe de Rebaza sobre la poesía joven de Junín, o el acercamiento a Luis Fernando Vidal que realiza Santiváñez. Asimismo, reseñas de Dalmacia Ruiz Rosas y Carlos Cornejo, sobre “Canto de Sirena” de Gregorio Martínez y “Especímenes” de César Toro Montalvo, respectivamente.