Manuel Fernández

Manuel Fernández: el hombre que habló demasiado

El poeta y docente universitario Manuel Fernández publica “El Hombre” con Máquina Purísima, una crítica que convoca la reflexión.

Publicado

31 Ago, 2024

Escribe José Carlos Picón

El individuo combina su espacio interior con el espacio que ocupa su ser social. O, si no combina, muele los insumos de una identidad que va construyéndose a los golpes, los errores, las frustraciones y la segregación. Iniciemos el comentario a “El hombre” de Manuel Fernández con este planteamiento como ángulo remoto para analizar el actuar y el hacer de aquel individuo, Fernández, poeta, apocado por sus incesantes climas, penas y lamentaciones.

Este libro, a diferencia de los precedentes, el tríptico compuesto por “Octubre” (2006), “La marcha del polen” (2013) y “Procesos autónomos” (2016), y el posterior a ellos, “El riesgo de crear instituciones” (2022), refuerza la mirada en la autoevaluación, la mirada desdoblada hacia lo interno en un frente en que campea el transcurso del tiempo, la cercanía de la vejez, el deterioro del cuerpo, la enfermedad, los afectos.

Desde el modo de producción de los poemas aquí, una especie de circuito azaroso de luces y estructuras, en un método liberador y libre, tanto, que sorprenden por su llaneza, su forma directa, aquella impronta dejada, por ejemplo, en hitos como los del horazeriano Juan Ramírez Ruiz en “Un par de vueltas por la realidad”, proyecto en el cual operan versos que señalan datos reales, nombres, apellidos, teléfonos, lugares.

Poeta peruano Manuel Fernández

Funciona como inventario de situaciones, de posturas, imposturas, señales, discursos críticos, sin censura. Pero también representa un proceso por el que la conciencia de la impermanencia, el deterioro, el ridículo, la formación política, el aprendizaje emocional, la enfermedad, la preocupación por la muerte, la implacable ansiedad, conforman la vida misma del poeta, su cotidianidad.

Momentos de furia, de lucidez, de reflexión, de agresión, las piezas de “El Hombre” adquiere una oralidad que la hace cercana a lo exterior, la canción, el desfogue interno, la organización de un espacio de protección ante lo inevitable. Fernández es un guerrero sin saberlo, una improductiva máquina de elaboración artística, útil elemento en la periferia del absurdo o lo imposible. Pero es el hombre que emerge y se sumerge, en posibilidades cada vez más escasas. El hombre es el hombre contra el hombre. Es el poeta que apuñala su vientre con curiosidad y risas inmotivadas. Es el miedo con cabeza dueño de un talento para la actuación de acuerdo con cada situación. También guerrero, víctima, hincha, sesgado por el sistema, hipocondríaco.

El humor en Manuel Fernández

Sencillez y ácido. Humor y furia contenida. Ternura e ira. Pena de sí mismo, autoconmiseración. Manuel emprende, bajo otras luces, el camino de la economía del sinceramiento, testimonio, confesión, lo que mejor hubiera estado guardado en silencio. El riesgo de la poesía se encuentra en encontrarse con la huella de uno mismo, dispersa, terrible y violenta. Un vector de la poesía documental en su esencia asoma. Y las variedades, las partes del poemario que reúnen textos de índole variada. Una parodia del poema eielsoniano en forma de pájaro deforma en un erecto pene elaborado de palabras.

Humor porque, finalmente, mediante la crudeza o lucidez de tres interlocutores, se incluyen visiones, diálogos, y confesiones: Cecilia Podestá (editora), Rosario Rivas y José Carlos Yrigoyen escriben, sendos textos, con tenor entre reseña y declaración, “Contra Manuel Fernández”. Un proyecto, sí, usemos la palabra lúdico. Lúdico, de lenguaje directo sin ambages, balbuceante o veloz, rítmico, rapeo culto, poética sesentera, setentera, beat, nadaísta, una vanguardia revisitada. Una declaración de principios, a la vez, frente al rol de poetas, escritores, adultos responsables, hombres. Cada uno decidirá si acoge el arte poética de su propuesta o, tal vez, se disuade de la atención que amerita una singular forma de decir.

José Carlos Picón
José Carlos Picón (Lima, 1979) es periodista y escritor. Ha colaborado en diversos medios impresos y digitales, en páginas culturales y en plataformas de entidades públicas y privadas. Cuenta con dos libros de poemas publicados, "Tiempo de veda", (2006) y "Canciones de un disco cualquiera", (2013).

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