Escribe Christian Reynoso
“Involúcrense, involúcrense, decir soy apolítico es la huevada más cobarde que hay”, dice Wicho García, desde el escenario, al terminar el concierto que ha celebrado hace unos días los 40 años de Narcosis, la icónica banda de hardcore que irrumpió en la escena subterránea peruana a finales de 1984, y que, en 1985, grabó el casete “Primera dosis”. Hoy una joya de la música subte que ha sido reeditado en cd y en vinil y que incluye temas clásicos como “La peste”, “Destruir”, “Represión” y “Sucio policía”. Temas que han sido tocados, entre el resto de canciones, en este concierto.
Las palabras de Wicho, desde luego, hay que entenderlas en el contexto social y político del Perú actual. Son un llamado a involucrarse en la realidad del país desde una perspectiva crítica, tal vez frente a la apatía y desinterés de hoy por generar cambios. Pero es un discurso que está acorde con la propuesta disruptiva y musical que caracterizó a Narcosis en los años ochenta durante el tiempo que estuvo vigente. Critica total al sistema, al gobierno, a los políticos, a las fuerzas represivas, mediante una música sucia, casi de garaje, con acordes sencillos y mensajes claros que resumían un sentimiento de inconformismo y calaron en la audiencia.

No había que ser músico virtuoso ni genio para sacar la furia que corroía la mente y el cuerpo, viviendo en un país de incertidumbre y violencia permanente, algo que no se siente tan distante hoy. Y por eso es que las canciones de Narcosis resultan actuales después de 40 años. Solo hizo falta una guitarra y una batería y una voz que cantara, prescindiendo del bajo, pero eso sí con un elemento necesario: la honestidad del sentir y de cómo hacerlo fluir, sin concesiones. Y eso es la “Primera dosis”. La primera dosis que entra al cuerpo y que se queda para siempre.
Para quienes teníamos el casete en los años noventa y lo escuchábamos de manera reiterativa, este concierto ha sido como un volver a sentir esa primera dosis única, valiosa, poguera. El concierto también ha servido para recordar a Fernando “Cachorro” Vial, el fundador, guitarrista y compositor principal de la banda, fallecido en 2020. Pero han quedado Wicho García (voz) y Pelo Madueño (batería), para continuar narcosiando, junto con Javier Chunga quien se ha hecho cargo de la guitarra en esta ocasión. “No te dejes atrapar, no te dejes dominar, no te vayas a descuidar, que podría ser tu triste final”, dicen.