Escribe César Daniel García «Al fin de la batalla,y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre y le dijo: «No mueras, ¡te amo tanto!» Pero el cadáver ¡ay! Siguió muriendo. Se le acercaron dos y repitiéronle:«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!» Pero el...