¿Cómo narrar desde el humor un mundo que ha dejado de ser gracioso? La gran Teffi lo logra en Memorias. De Moscú al mar Negro, obra cumbre de una de las escritoras rusas más queridas de principios del siglo XX.
Teffi, seudónimo de Nadezhda Alexándrovna Lójvitskaya (San Petersburgo, 1872 – París, 1952), nació en una familia distinguida y muy amante de la literatura. Tanto ella como sus tres hermanas fueron escritoras. Teffi fue una de las autoras más famosas de la Rusia prerrevolucionaria; había incluso caramelos y perfumes con su nombre, y era admirada por personajes tan diversos como Bulgákov, Rasputín, Lenin y el zar Nicolás II. Emigró de la Rusia bolchevique y acabó instalándose en París en 1919, donde se convirtió en una figura relevante del círculo de escritores exiliados, y donde vivió hasta su muerte.
Maestra del relato corto, a lo largo de su vida publicó infinidad de cuentos, piezas teatrales y folletines. Entre sus obras, además de sus cuentos, destacan especialmente sus emblemáticas Memorias (Libros del Asteroide, 2024), en las que relata su salida de Rusia durante la guerra civil y que fueron publicadas por entregas en el periódico Vozrozhdenie, en París, entre diciembre de 1928 y enero de 1930. Tras su muerte, Teffi cayó poco a poco en el olvido, pero el fin de la Unión Soviética llevó al redescubrimiento de su obra.
Publicada originalmente por entregas en el periódico ruso de París Vozrozhdenie, entre diciembre de 1928 y enero de 1930, Memorias narra ese periplo, un peregrinaje que comparte con personajes de lo más diverso, «gente sencilla y poco heroica» que, como ella, se vieron arrastrados por el torbellino de la historia. Teffi describe, con sofisticado ingenio y mucho humor negro, el caos provocado por la revolución y la guerra civil posterior y nos invita a reflexionar sobre lo que significa perderlo casi todo. La autora rusa se ríe y lleva a lo absurdo la tragedia, su propia tragedia, a través de una comicidad cáustica e hiperbólica repleta de empatía y esperanza, pues su verdadero objetivo es narrar la vida misma con sus luces y sombras, sin sentimentalismos y en un tono agridulce.