Actualmente, los niños que aprenden matemática tienen que realizar cálculos tediosos, aprender rutinarios procedimientos y fórmulas, sin entenderlas. Hace 40 años, Singapur analizó estos errores en educación y tras años de trabajo desarrolló lo que hoy se conoce como la Metodología Singapur, para aprender matemática, comprendiéndola y no de forma rutinaria y memorística.
La metodología se basa en el proceso de aprendizaje de la persona, desde que se enfrenta por primera vez a un nuevo conocimiento hasta que éste queda asimilado.
Arántzazu Fraile Rey, doctora en Educación en España, estuvo en Perú capacitando a maestros, para que utilicen en aulas la metodología Singapur. El taller se realizó en coordinación con la editorial Sm.
“El método parte de la resolucion de problemas. La clave está en que el niño nos cuente lo que esta pensando y a partir de lo que va descubriendo se va conduciendo la clase. Cuando depositas el protagonismo en ellos y los escuchas, se sienten partícipes y empiezan a comprender”, indica la especialista.
Ella nos explica 5 razones potentes para enseñar con esta metodología:
- La metodología Singapur se caracteriza por el enfoque en espiral: menos contenidos con mucha más profundidad. Cada sesión supone un pequeño avance respecto a la anterior, lo que permite entender y afianzar los contenidos y posibilita que todos los alumnos avancen con seguridad y confianza, independientemente de su ritmo de aprendizaje.
- La práctica está basada en la variación, no en la repetición y, por tanto, cada sesión y cada actividad suponen siempre un reto intelectual.
- La centralidad en la resolución de problemas, que se abordan primero de forma intuitiva y se van formalizando poco a poco. Al partir siempre de la resolución de problemas se contribuye al desarrollo de conceptos y habilidades matemáticas.
- El resolver problemas, permite que el alumno establezca conexiones, sea consciente de su proceso de aprendizaje y crezca en perseverancia y seguridad en sí mismo.
La metodología implica seguir unas fases en la enseñanza. Primero la exploración donde se discute en conjunto un problema y se encuentran las posibles soluciones, luego una segunda fase para aprender y practicar el lenguaje matemático y al final se promueve que el alumno trabaje individualmente.